A este pueblo se le llamó Tronadora, por una quebrada o río que al crecerse, al aumentar su cauce arrastraba piedras, troncos de árboles, las piedras tronaban por eso se le llamó Tronadora. Esa quebrada en la actualidad  existe y al reubicar el pueblo continuaron conservando el nombre del pueblo.

   Algunas fincas de antes aún existen a orillas del lago Arenal en las áreas altas donde no llego el agua del lago. Fincas que en la actualidad la mayoría se dedican a la ganadería de leche, otras fueron vendidas a extranjeros y se construyen centros turísticos.

   Sobre algunos moradores de ese entonces podemos hablar de lgunas personas  como lo son: Alejo Álvarez,  Antonio Mejías, Licímaco Mejía, Juan Luis Álvarez, Carlos Álvarez, Ezequiel Álvarez, Asael Cruz, Reiner Murillo, Luis Antonio Mejías, personas que  aún viven en el pueblo y otras fuera del pueblo pero dentro del cantón. Personas que nos contaron como salían hacia Tilarán por alguna de los tres caminos conocidos como: el camino del Silencio, el Camino de En medio y el Camino de la Tejona, en los cuales transitaban a caballo y en carretas con bueyes para llevar sus productos a vender y comprar los víveres. Caminos muy duros ya que en estos años eran temporales de hasta tres meses sin verle la cara al sol, las personas muy trabajadoras en la ganadería, cafetales y las cosechas de productos para su propio alimento y comercio, llámense cebollas, tomates, chiles, frijoles, arroz. A inicios del 65 ya se contaba con un buen servicio de casadoras (buses) habiendo 5 servicios hacia Tilarán centro, recorriendo Arenal, Tronadora Tilarán. Viejo Tronadora contaba con una Escuela de tres aulas toda en madera, Iglesia, Cementerio, Salón Comunal, Una Carcel o cuartel, cantinas, y un recibidor de café.