Nació el 21 febrero 1944, en Tronadora, Tilarán, Guanacaste

                                                   Bueno en Tronadora viejo yo fui hasta Tilarán a caballo para sacar medio año de                                                        tercer grado porque en Tronadora solo era primero y segundo año nada más, mi                                                        infancia fue así no pase de tercer grado eran caminos difíciles para salir a Tilarán y                                                    si alguien se cortaba lo curaban ahí con lo que hubiera por eso las heridas sanaban                                                    así como verdugones porque no se cocían.

                                                   En el pueblo no habían misas muy seguido era una al mes y había que ir a traer al                                                      padre en bueyes o a caballo y si estaba muy feo el tiempo hasta el 11 de Febrero                                                       que venía la misa de la Virgen de Lourdes que si se hacían misas muy lindas. Así era                                                  mi infancia arriando terneros embarrialado, mojado, me gustaba mucho el futbol, las mejengas jugábamos en la placilla, fui uno de los promotores de futbol, también jugábamos bolitas, trompos que por cierto una vez me acerque donde estaban jugando otros y se zafó un trompo y así fue la chichotona que se me hizo por estar de sapo (estar que chismoso viendo lo que no le importaba)viendo yo.

 Los castigos de los padres eran con solo verlo a uno ya uno sabía que tenía que jalar para la casa de una vez, la maestra mía fue la mamá de José Pérez, la infancia mía fue levantarme a las cuatro de la mañana a moler el maíz, a prender el fuego con mi hermanilla, papá se levantaba arrear las vacas y ordeñar y me decía valla jale agua se alista y se va para la escuela como 1km por el barro descalzo, yo me puse zapatos hasta los doce años y unos chimbolos (nombre que se le daba a los zapatos)  que llamaban que tenían unos clavos por debajo para que no resbalaran, zapatos llamados ferretos algunos los usaron para jugar bola.

Cuando llegaba de la escuela almorzaba y ya estaba una tacilla con el almuerzo de papá, tiraba el bultillo por allá y jalaba a dejarle el almuerzo a mi tata a 500m entre la finca. Cuando yo llegaba ya papá tenia caña cortada y tenía que jalarla allá para la calle abajo, y eran cañas de verdad gruesas yo jalaba tres al hombro pero ya al rato me dolía el hombro entonces las jalaba por debajo. Salíamos a las cuatro de jalar caña luego mi papá me mandaba a arrear los bueyes para abajo entonces yo para no dar toda la vuelta los espantaba y me tiraba directo y llegaba igual que los bueyes. Mientras mi tata los enyugaba, yo me iba a tirar una taza con café, porque había que ir  jalar la carretada de calla allá por la vuelta de julio campos y llegaba uno a las seis o siete de la noche. A las tres de la mañana al trapiche para sacar el dulce de la casa yo detrás de los bueyes arreándolos, cuando eran las cinco de la mañana mi abuelita se levantaba hacer el café y al rato ya mi papá me mandaba alistarme para la escuela.

Luego ya dos de mis tíos se quedaban ayudando a mi tata para hacer el dulce para el agua dulce de la casa, el azúcar y vender un poco a Tilarán para poder comprar arroz y algunas cosas que no se tuvieran en la casa, antes se usaban canoas llenas de arroz, café y era nada más de asolear y volar pilón.

Antes se trabajaba desde güilas cada uno en la casa ya sabía que hacer ya tenía tareas que cumplir y aprender a cerrar los portillos aunque fueran duros de alguna forma se las ingeniaba uno para cerrarlo.

Las familias grandes todos trabajaban hombres mujeres ayudar en la casa para que la mamá y abuela descansaran, unos a tapar un corte de frijoles, estusar maíz, apartar terneros, arreglar cercos, recoger los huevos echar de comer a las gallinas, cerdos.

La parte mía de la infancia fue así atropellada, yo iba  a Tilarán en un caballo llamado Chirrimplin íbamos a los trece de junio a Tilarán, nos comunicábamos con Ezequiel Álvarez, Juan Luis Álvarez, con un par de tarros amarrados con un hilo y se escuchaba de casa a casa, una vez estábamos jugando billar con una mesa hechiza y bolas y esa vez con Juan Luis y Ezequiel jugando escuchamos que venía alguien por el camino de en medio el que pasa por donde Oto y  Chimurria que era el primer camino que existió; en eso dice Juan Luis ahí viene la policía y nosotros revoleamos las bolas y la mesilla por el piso y salimos corriendo porque sabíamos que era prohibido esos juegos.

Yo a los 15 años como en el pueblo habían unas 50 familias y las personas eran un poco quitadas para formar las juntas de la iglesia, la junta del patronato de la escuela, me buscaban a mí y yo participaba y les ayudaba en todo esas cosas, una vez me llamó Don Ricardo Castro ya cuando hubo sexto grado, cuando cambiaron la escuela vieja donde también estudió Don Alejo Álvarez que la conocí yo que era ahí por donde llaman los guayabales, era parte de la finca de mi abuelo y luego de mi tata, era pequeña de tablas paradas con una gran campaña que sonaba duro puede tener unos 80 a 100 años tal vez.

Hace un tiempo ahora pasé por la casa de Don Alejo Álvarez a entrevistarlo por curiosidad quería saber quiénes habían sido los primeros que entraron a estas tierras a poblarlas:  Alejo dígame una cosa yo conocí a sus tíos: Abel, Nito, Abelardo, Ismael, ¿pero su abuelo les dejo esa finca a ustedes? – me dice: No, mi abuelo murió en otra parte, aquí se vino Abel, Ismael, Abelardo y Don Nito ‘’ Justiniano’’ entraron ellos y quedaron todos juntos agarraron esas montañas y cada uno con varias hectáreas de terreno.

Antes los días de la virgen se hacían fiestas de verdad comidas tamales en donde todos ayudábamos a hacer tamales, se iba a caballo a los demás pueblos a invitar gente que hay turno el 11 de Febrero a ver con que nos iban a ayudar, se hacía misa, regalaban ganado:  Mundo regalaba un ternero, mi abuelo regalaba otro, allá por donde Alejo otro y se hacía la subasta de ganado y el que no tenía ganado regalaba una carretada de leña que se subastaban también no una sino diez carretadas de leña, y como todos cocinaban con leña algunos la subastaban y la regalaban daban una peseta y la regalaban, de Cañas traíamos a los Brenes en tres caballos se traía la marimba. Se hacia la misa el Domingo, la procesión y a subastar ahí en la salida de la misa íbamos agarrando gente para poner las bases a cada carreta y ganado.

Una vez fuimos a las playas del coco un grupillo íbamos nueve en un carro, casi nos volcamos en Cañas, Juancho Mejías era el chofer, era verdulero, Don Alejo Álvarez, Luis Torres, Víctor, bueno en total éramos nueve, la entrada a las playas del coco eran gradas de pasadas de caballos, llegamos a las tres de la mañana,  llegamos a una casa y solo escuchábamos el mar sonar y varios no conocíamos el mar, tomamos café y admirar el mar, y a las nueve nos devolvimos con un perrito que nos trajimos también.

Antes entre los dos pueblos Arenal y Tronadora existían diferencias fueron dos pueblos diferentes que no molían mucho, la gente a veces peleaban por diferencias y cosillas y Arenal por querer ser Distrito y no Caserío.

Cuando cambiamos de pueblo dejando el viejo atrás y llegando a un pueblo nuevo, para mí fue un cambio muy bueno gracias al ICE, aunque vendimos allá y compramos aquí, pero fue muy bueno, porque algunos que vivían en casitas de madera muy dañadas allá, al cambiar ya vivían en casas de cemento muy buenas y lindas, también algunos no tenían tierra allá y aquí les dieron casa y tierra para trabajar y todas las casas tenían buena agua y luz cosas que allá no todos tenían, zonas verdes, aceras en el pueblo ya no hay que andar entre el barro, las carreteras muy accesibles. De antes rescataría los cañales tan grandes, el trabajar con bueyes el saber trabajar el campo, los horarios de antes de madrugar a trabajar.

Esto es lo que más recuerdo de esos tiempos que puedo compartir con ustedes para contarles cómo eran las cosas de antes y el paso al nuevo pueblo.