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                                               Nació el  3 mayo 1926, en Tronadora, Tilarán, Guanacaste

                                               Bueno la gente que llego a estos lugares venia de Sabanilla, Palmares, Grecia, Heredia.                                                 Para agarrar terrenos la gente lo que hacía era acarrilar todo lo que querían, y se                                                       limpiaban de año a año, se hacía así uno limpiaba la mitad al colindante le tocaba la                                                   otra mitad. Era como se hacían las Fincas.

                                                Los que vivían largo del Centro cada uno buscaba una naciente. La casilla siempre se                                                  hacía en cualquier lado, el agua uno la iba a recoger por las cañerías aparecieron ya                                                     yo casi viejo. Donde está la laguna ahora eso eran puros suampos a las orillas eran                                                    puras fincas.

 

                                                En mi niñez los juegos, que se hacían era jugar futbol, Trompos, ese era que se ponía                                                 una moneda en el centro, se hacía un trompo que uno llamaba pasa raya y se tiraba     el trompo si no salía de circulo tenía que pagar el valor de la moneda en el centro.

   Después se jugaba naipes, ron; yo llegaba al negocio de la pulpería, no había con quien jugar salía como de pelear, bravísimo porque no había con quien jugar, como decía uno antes para tonto no hay que estudiar.

Es que no había nada más que hacer. 

Me acuerdo cuando estaba en la escuela, había de todo tipo de maestros, yo tuve uno que no se le conocía la sonrisa, era un arrúguero en la frente, se llamaba Remo Valerio, la escuela quedaba en el centro del viejo Tronadora;  uno  pues diay era muy conversón con otro carajillo, siempre nos sentábamos uno atrás y el otro adelante, volviendo a ver para  atrás, hable que hable al otro, y Remo en la pizarra escribiendo, no sé ni que carajadas ahí, y yo con el otro dele que dele a la hablada y de pronto no oí a Remo en el pizarra escribiendo, ni hablando, yo que vuelvo a ver para adelante, ya venía el cepillo en el aire, donde lo veo me hago a un lado, y le pego al otro, que era el finado Beto Vargas, ese se levantó, echando chispas, grito hujelamil...´´ cabron´´, se tiró por todos los pupitres, y se tiró por una ventana y se fue para la casa.

En ese tiempo los castigos eran hincados en granos de maíz, pero a mí nunca me castigaron, yo era un angel pero a mis hermanos sí los castigaban.

Todos teníamos que ir a la escuela solo estaba primero y segundo. Solo como se dice era para aprender a leer y escribir.

Como a los 8 años, otro maestro muy bueno, Don Monolo Boniche me ofreció llevarme para Tilarán, el me daba la comida, para que le ordeñara las vacas, ya que ese era el oficio mío, y le dije a mamá irme yo para Tilarán tan largo, más con esos caminos, que daban miedo eran horribles, más que a veces pasaba hasta dos meses que no le vía la cara al sol.

Como para ese tiempo yo güila había llegado un avión al pueblo y no dejaron que el avión saliera porque podía pegar, cuando cayó a los 8 días nació Juan Luis, decíamos que a Juan Luis había venido en avión. Yo tenía 10 años en ese entonces. En el avión venía Tapia, Daniel Esquivel.

Me acuerdo que en esa época la comida para la casa, todo se sembraba, lo que costaba cosechar eran los frijoles porque llovía tanto, antes se cocinada con manteca de chacho. Entonces todo el mundo engordaba sus chanchos para la manteca. Se recogían unas latas de manteca, cuando ya no quedaba casi nada, nos decía mamá se va acabar la manteca, ya uno sabía que había que ir a matar un chancho que se podía recoger una o hasta dos latas de manteca.

De las vacas sacábamos la leche para tomar, para el queso, cuajadas, natilla, mantequilla, pero era difícil ordeñar porque era un ganado cruzado, ariscon, el que no mordía, pateaba, era al aire libre, en unos barriales, porque ir a traer zinc, ¿quién iba a ir?, era hasta San José se duraba 8 días, había que irse a  Cañas a Caballo, de Cañas a Bebedero, de ahí en lancha hasta  Puntarenas, se quedaba en Puntarenas para irse en tren para San José.

En esa época habían dos policías no sabían ni firmar, uno se llamaba Juez de paz ´´se le llamaba por decirlo así al comandante o al policía encargado´´, era el ayudante. Era para repartir cartas y telegramas.

Cuando se ocupaba avisar algo se iba a Tilarán a poner un telegrama había que saberlo redactar. Digamos me acuerdo de uno vacilón, Don Manuel Boniche, tenía una esposa que se llamaba  Joaquina Ugalde, el señor  se iba para San José se quedaba unos días, en ese tiempo se acercaba el 13 junio, que eran buenas actividades, tenían unas hijas, como él estaba afuera, la señora le puso, Manuel: muchachas chingas, Toño encima.  Eso quería decir Manuel era el esposo, muchachas chingas: era no tenían ropa, Toño encima: que el día de San Antonio se acercaba.

En el centro estaba, la escuela, la iglesia que  se le llamaba: ermita, los bailes se hacían en un galerón, en ese tiempo se veía más gente en un turno en Tronadora que ahora una fiesta de San Antonio de Tilarán, porque aquí venía gente de Caño Negro, Río Chiquito, Mata de Caña que llamábamos en ese tiempo que es ahora Arenal, de todos lados.

Se armaban los bailes a las 7pm, no había empezado cuando se hacían esos pleitones ´´ peleas´´, de pronto se vía una maleta de ahí  5 o 6 viejos. Volándose trompadas en esos barriales, tomados por la mínima cosa hacían pleito, después todas las muchachas se quitaban los zapatos para irse para la casa.

Para los rezos Sergio mi hermano acostumbraba, hacer globos, esos se hacía del papel,  bien grandes, cuando quedaba la bolsa, se le ponía arriba, un chunche de hierro, donde se pegaba todo y abajo un aparato con una mechón con canfín, pero primero  se subía alguien con una varilla algún techo a sostener el globo de arriba y abajo otros con sombreros o lo que fueran echándole viento para que se inflara, cuando ya estaba inflado se le echaba el fuego. Cuando ya estaba bien inflado se le decía al otro para que los soltara, era un vacilón ver eso volando, esto se acostumbraba para los rezos y los turnos. Pero también se hacían bombas, se hacían de clorato y burío.

Se sacaba la pura cascara del burío, después se hacía una mezcla de clorato, azufre, carbón, todo se molía por partes porque  si se revolvía todo junto se explotaba. Se hacía los cartuchos y en medio se ponía una mecha de dinamita y por último se arrollaba todo con el burío y se tallaba.

En esa época era normal ver 10 matrimonios en Tilarán los fines de semana. Enfrente de la finca pasaba hasta dos matrimonios todos a caballo, era un gardumen de gente, los acompañantes, ese matrimonio eran que tenía un bailongo en la noche.

En esos matrimonios se aprovechaba para conseguir novia, se decía ‘’Ropa sucia, novios nuevos”.

Uno tenía que ir a pedir la visita, más antes era peor había un cuento pero cierto. Había una señora llamada Eduviges se hizo un novio yo no sé ni como era antes eso, era como ´´vernos,  reírnos y nada decirnos´´, llegando a la casa se sentaban en una banca, se ponía una canfinera en el centro en medio de los novios y en el extremo de cada banca los suegros; díganme ustedes que iba hablar esos novios con los suegros a la par.     

Ella se casó, dicen que el esposo se llamaba José María, ella se acostumbraba a dormir al rincón de mamita, tenía un cabrolo hijo ya viejo, y le contaba a él: ya casada y todo ella dormía al rincón de mamita y CheMaria se ponía al frente y me pelaba aquellos ojos.

Cuando se tenía un hijo, era en la casa, ayudadas por comadronas, pero eso como cuando la cosa venía bien.

Graciela García una señora muy buena para eso salió a los años que eran la que traía casi todo el pueblo, casi al final la llevaban hacer un curso al hospital el doctor veía como las ponía y brincaba como conejas.

El doctor: le preguntaba ¿Que pasaba?

Ella: Diay para que se le acomode la cría.

El doctor: ¿Pero ella no son animales?

Ella: Le respondió usted es doctor pero a pesar de eso no sabe más que yo.

El doctor: Diay¿Por qué?

Ella: Porque yo sé cuántos he tenido. Sé cómo tratar a una mujer y usted nada más que es doctor.

Era lógico que iba a saber más el doctor que esa señora era una campeona, ella llego  a traer a güilas al mundo  y después a ellas mismas llegaba atender.

Ella trajo casi a todos mis hijos, me acuerdo que  yo la buscaba no solo para los míos, yo llegaba a la pulpería y me mandaban a traer a doña Graciela. Ella era una señora sola, le paso un chasco feo la había atropellado una vaca, casi la mata.

Una vez fui por ella, eso era solo agua, transporte era a caballo, bajo de aguaceros, salió a ver quién era y me dijo voy a ir solo porque es usted, salió toda envuelta como una tortuga, envueltas, poniendole capa más bien  para que esa señora no se me enfermara. Cuando llegamos ya había llegado, y ahí no más amaneciendito llego un señor con Asaelon Cruz, llegaron porque se dieron cuenta que había pasado en la noche me la había traído.

Para llevársela a San Luis, ella nunca se le murió nadie solo una hija, y murió con el cerebro cansado, de tanto agotamiento y cansancio.

Yo a más de uno le  lleve a esa gran esa señora.

Alejo Álvarez Gómez 

 

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